“Memorízalo…” Es lo que me repetía durante las vacaciones tratando de atrapar en mi mente aquello que parecía ser un sueño. Y es lo que hice. Memoricé todo aquello que se presentó ante mis ojos.
Cuba me ha enamorado, nunca pensé que este país tipificado desde occidente iba a sorprenderme como lo hizo. Nada más llegar al ver ese verde intenso desde la ventana del avión empecé a disfrutar nuestro viaje. Estuvimos 10 días en la isla: Y empezamos con 3 días en La Habana…
Una ciudad dura, sobretodo para los cubanos, que sobre-viven (como dicen ellos), pero también en otro sentido para los tropecientos turistas que merodeamos por sus calles. En la Habana, has de pasar la primera etapa de “aprendizaje” en la que te asientas, en la que sí o sí te tomarán algo el pelo con toda la gracia del planeta, en la que repetirás “no gracias” como jamás antes lo habías hecho, en la que empezarás a reírte junto a ellos cuando con una sonrisa les sigues el hilo.
Ya está, lo has conseguido. Este aprendizaje puede ser agotador pero es básico que lo hagas, si no, no has estado en La Habana, habrás surfeado las calles desde un bus con los vidrios tintados.
3 Tips:
Antes de viajar, dudábamos si alojarnos en las casas particulares cubanas, ya que habíamos leído que arrendaban sus habitaciones autorizados por el gobierno. Puedes ponerte en contacto desde origen, pero es fácil encontrarlas por la calle una vez allí y se distinguen con el letrero de la foto. Nosotras finalmente decidimos hacerlo en otras ciudades, pero no en la capital: Grave error. Os recomiendo mil veces y las que haga falta que os alojéis en una casa. No tengáis ningún apuro o miedo, son encantadores y estoy convencida que hubiéramos descubierto otra Habana de esta forma.
Os recomiendo que si os alojais en una casa que ofrece comidas comáis allí, sin duda la mejor opción. Si preferís comer por ahí id a los Paladares, hay muchos en TripAdvisor, pero también los verás caminando sin más por la calle o te los recomendará quiensea. Mi opinión: Id, aunque se lleven una comisión por llevarte allí, son sus vecinos, amigos o primos, seguro que la comida será buena, no para tirar cohetes, porque la comida allí es escasa sobretodo la carne o el pescado, pero seguramente ayudareis a buena gente y comeréis lo que ellos comen. Sin más. Ah! Y sobretodo si tienen, pedir Ropa Vieja!
En Cuba hay dos monedas, el peso convertible CUC (moneda que manejamos los turistas) y el peso cubano (moneda nacional). Es una historia larga, pero acortando, el peso nacional, absolutamente devaluado, es un timo (como tantos otros de este falso comunismo que les mantiene a raya). El caso es que los turistas se suponen que deben moverse con taxi oficial o coco-taxi, ambos amarillo chillón, bien bien como los de NuevaYork! Sin embargo puedes moverte de muchas otras formas por la Habana:
Por 1 Cuc podrás hacer una carrera en esos geniales cacharros americanos de los años 50 que los estadounidenses se dejaron en la Isla cuando salieron por patas. Compartirás carrera con quien venga pero tu no te preocupes, Cuba es el país americano más seguro para un turista. Palabrita de Mireia. También puedes dar una vuelta por la Habana vieja en los bici-taxis y si te atreves, coger una guagua (el bus de los cubanos) para cruzar al Morro. Y digo si te atreves, porque aquí sí tendrás que conseguir moneda nacional o subir con algún amigo que hayas hecho durante estos días. Que fue nuestro caso.
En fin, menudo post más largo, menos mal que quería decir lo imprescindible! La semana que viene os explicaré el resto del viaje! Para los que hayais llegado hasta quí os dejo este link, muy interesante en el que os explican con profundidad los temas que nombro: Cómo dormir barato, comer barato y viajar barato por Cuba. ¡Espero que esta primera parte os guste, si teneis alguna pregunta no dudeis en comentar que os contestaré feliz como una perdiz!
¡¡Qué tengais un buen día!!